Washington.— Un grupo civil presentó esta semana una demanda contra dos desarrolladores de populares aplicaciones para bebés y niños pues afirman que estas herramientas para móviles no enseñan a los menores lo que prometen.
La Campaña para una Niñez Libre de Comerciales, con sede en Boston, impuso la querella ante la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos. En esta indica que Fisher-Price y Open Solutions tratan de engañar a los padres al hacerles creer que sus juegos harán más inteligentes a sus pequeños.
Los señalamientos previos de la organización contra los videos Baby Einstein condujeron finalmente a que se devolviera el dinero a los consumidores en todo Estados Unidos.
Por ello, ahora exhortó a las autoridades federales a examinar las prácticas de comercialización de las aplicaciones para dispositivos móviles Bebé escucha y aprende y El primer rompecabezas del bebé de Open Solutions, y Ríe y aprende de Fisher-Price.
La demanda fue la primera querella de Campaña para una Niñez Libre de Comerciales contra los creativos como parte de una estrategia para pedir cuentas a las empresas que venden tecnología dirigida a niños pequeños y a sus padres.
“Todo lo que sabemos acerca de la investigación del cerebro y el desarrollo del niño apunta en dirección contraria a la idea de usar pantallas para educar. La investigación muestra que las máquinas y los medios que usan pantallas son medios poco efectivos de enseñar a un bebé a hablar”, dijo Susan Linn, directora del grupo.
Fisher-Price afirma que ¿Dónde está la nariz del perrito?, de la serie Laugh & Learn, puede enseñarle a un bebé las partes del cuerpo y algunas palabras, o que Perrito aprende las letras muestra cómo contar hasta 10 a los niños.
Asimismo, Open Solutions dice que sus aplicaciones para teléfonos y tabletas ofrecen una “forma nueva e innovadora de educación”, al permitir que los bebés practiquen habilidades lógicas y motoras.
Ninguna de las dos compañías, contactadas por teléfono y correo electrónico, respondieron inmediatamente a las solicitudes de The Associated Press.
“No hay evidencia de que sean beneficiosas e incluso hay pruebas que indican que estos recursos pueden ser perjudiciales, lo cual es algo preocupante”, dijo Linn cuando se le preguntó sobre las afirmaciones que hacen ambas empresas en sus anuncios comerciales.
