Hace unos días, el día antes del Día de la Madre, de repente me di cuenta de que no tenía un regalo para la mía. Así que empecé a pensar en regalos de última hora. En lugar de comprarle un regalo, decidí crear una tarjeta de felicitación interactiva, utilizando el software de programación Scratch desarrollado por mi grupo de investigación en el MIT Media Lab.
Antes de empezar a crear mi tarjeta del Día de la Madre, decidí visitar el sitio web de la comunidad Scratch, en búsqueda de inspiración. La gente ha programado y compartido más de seis millones de proyectos en el sitio web de Scratch. Me pregunté si alguien más habría programado una del Día de la Madre. Así que tecleé «Día de la Madre» en el cuadro de búsqueda, y pulsé la tecla ”Intro”.
Me sorprendió y encantó ver una lista de docenas y docenas de tarjetas del Día de la Madre, mayoritariamente creadas por jóvenes de edades comprendidas entre 8 y 16 años. Comprobé las fechas de los proyectos y vi que la mayor parte de ellas se habían creado durante los últimos días, por otros rezagados como yo mismo.
Empecé a clicar en los enlaces para reproducir algunos de los ejemplos. Uno de ellos era una pequeña animación en la que aparecían un gatito y un gato adulto. El gatito se da la vuelta y ve al gato adulto. Entonces, chilla «¡MAMI!» El gatito se lanza sobre el otro, le tira al suelo y le dice «Te quiero». Al final de la animación, el creador añadió una opción de volver a reproducir, para que su madre pudiese ver la animación otra vez (y otra, y otra).
Otro proyecto empezaba con las palabras «FELIZ DÍA DE LA MADRE» escritas sobre un enorme corazón rojo. Cada una de las 11 letras era interactiva, y se transformaba en una palabra cada vez que poníamos el ratón encima. Cuando movía el ratón por la pantalla tocando cada letra, se mostraba un mensaje especial de 11 palabras para el Día de la Madre. «Te quiero y me importas. Feliz día de la Madre.» (en inglés: “I love you and care for you. Happy Mother’s Day mom”).
Mientras jugaba con los proyectos del Día de la Madre, tuve una sensación de satisfacción. Era exactamente lo que mi equipo y yo en Media Lab habíamos intentado encontrar cuando desarrollamos Scratch. Esperábamos que los jóvenes utilizaran Scratch como forma de expresión personal, como una nueva forma de expresar sus ideas y comunicarse con los demás.
Nos emocionó ver la increíble variedad de proyectos que los jóvenes han creado con Scratch. Visiten el sitio web de Scratch. Encontrarán allí historias animadas, videojuegos, visitas virtuales, simulaciones científicas, boletines de noticias en línea, tutoriales interactivos y mucho más; todo creado mediante la codificación con Scratch.
Vemos la codificación como una nueva forma de alfabetización, similar a la escritura. La gente utiliza la escritura en todos los aspectos de sus vidas: para enviar mensajes a los amigos, crear listas de la compra, anotar sentimientos personales en diarios. El acto de escribir también hace que las personas adopten nuevas formas de pensar. Cuando escriben aprenden a ser más refinadas, organizadas y reflexivas acerca de sus ideas. La escritura es importante para todos, no solo para personas que tengan previsto ser escritores profesionales.
De modo similar, pensamos que la codificación debería ser para todo el mundo; no solo para personas que quieran trabajar como programadores profesionales o científicos de la computación. En el proceso de aprendizaje de la codificación, se aprenden muchas otras cosas. Se aprenden estrategias para resolver problemas, diseñar proyectos y comunicar ideas. Se trata de competencias útiles para todos, con independencia de la edad, de los intereses o de la ocupación.
Muchas personas asocian la codificación al pensamiento lógico y el razonamiento sistemático. Y, de hecho, es cierto. Pero aprender a codificar también puede ayudar a los jóvenes a evolucionar como pensadores creativos. La diversa colección de relatos, juegos y animaciones (y, sí, de tarjetas del Día de la Madre) publicados en el sitio web de Scratch, es una prueba evidente de las posibilidades creativas de la codificación.
En el rápido y cambiante mundo actual, no hay nada más importante que la capacidad de pensar y actuar con creatividad. ¿Cómo podemos ayudar a los jóvenes a evolucionar como pensadores creativos? Brindándoles oportunidades para crear. Aunque la mayor parte de los jóvenes ya pasan mucho tiempo interactuando con ordenadores (jugando, chateando con amigos, explorando mundos virtuales, buscando información en línea), la mayor parte tienen poca experiencia en la creación con ordenadores. Se sienten cómodos jugando con juegos interactivos, animaciones y simulaciones; pero no es así en el caso de las creaciones propias. Mientras crean y comparten proyectos Scratch, los jóvenes evolucionan como pensadores creativos y, en el proceso, se preparan para un mundo que necesita ahora más que nunca el pensamiento creativo.