>Autores de obres temen que archivos almacenados sean propiedad de Google
El director general de Google, Larry Page, escribió recientemente que esperaba que la compañía es “digna de un gran amor”.
Sin embargo, la empresa líder de búsquedas en internet puede necesitar más confianza, según se deprende de las sospechas que giran entorno a sus servicios, entre ellos Google Drive, un nuevo servicio de almacenamiento en línea de documentos personales, fotos y toros contenidos.
A pocas horas del debut de Google Drive el martes pasado, blogs de tecnología y usuarios de Twitter se abalanzaron sobre una clausula legal en los “Términos de Servicio” que podría interpretarse en el sentido de que cualquier contenido almacenado en Google Drive se convierte automáticamente en propiedad intelectual de Google.
La confusión se concentro en un enunciado según el cual cualquier persona que suba o envié contenido a Google Drive concede a Google “una licencia mundial para utilizar, alojar, almacenar, reproducir, modificar o crear trabajos derivados (tales como aquellos resultantes de traducciones, adaptaciones u otros cambios que hagamos para que su contenido funcione mejor para nuestros Servicios), comunicar, publicar, ejecutar públicamente, exhibir públicamente y distribuir dicho contenido”.
A medida que esas palabras circulaban en internet, los temores de Google Drive menoscabara los derechos de propiedad intelectual aumentaron. Algunos interpretaron la jerga legal en el sentido de que si un autor guarda una novela a través del servicio, Google de repente posee la obra y puede hacer lo que quiera con ella.
La política del nuevo servicio fue suficientemente preocupante como para que The New York Times, el tercer periódico más grande de Estados Unidos, enviara una nota para desalentar a los cerca de mil empleados de la salo de redacción al momento de almacenar archivos en Google Drive, hasta que se comprenda mejor las cuestiones de propiedad intelectual y como funciona el servicio.
Resulta que las preocupaciones probablemente son infundadas.
Google aclara que la frase es en realidad loa jerga legal habitual que otorga a la empresa los derechos de licencia que necesita para cumplir con los servicios que solicitan los usuarios.
La forma en que Google guarda los documentos en sus centros de datos requiere que la empresa obtenga una licencia “alojar, almacenar (y) reproducir” los archivos.
Si, por ejemplo, un guionista en China usa los servicios de Google para colaborar con un guion cinematográfico escrito en mandarín con un editor de guiones en Hollywood que solo sabe leer en ingles, Google necesita los derechos para “traducciones”, adaptaciones u otros cambios”, a fin de permitir que los dos escritores trabajen en el documento en dos diferentes idiomas y hagan las revisiones correspondientes.
Incluso hechos cotidianos, tales como que alguien vea un video o suba un archivo de texto en un café internet, requiere que Google conserve el permiso para “ejecutarlo públicamente” o “exhibir públicamente” dicho contenido.
Eso no significa que Google tomara la obra de un guionista y producirá una película con ella, dijo la compañía.
Fuente: Reforma
Fecha: Lunes 30 de abril del 2012