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Viernes, 09 Agosto 2013 21:53

UNA NUBE CON TOQUE ´PERSONAL´

Fotos, canciones, videos…, un sinfín de archivos “regados” en múltiple dispositivos, esa es la situación de varios usuarios que cuentan con una computadora, Tablet y teléfono inteligente. El problema está cuando, estando en la calle, se les presenta la necesidad de compartir un documento almacenado en la computadora de su casa, y solo tienen a la mano su Smartphone.

La llamada “nube personal” precisamente tiene el objetivo de centralizar toda su información, pero no sólo eso, también le da la posibilidad de compartirla sin importar el equipo personal (fijo o portátil), que se tenga más cerca.

Juan Antonio Gallont, vocero de la compañía Iomega, dice que esta tecnología amplía las posibilidades de comunicación de los consumidores, ya que tienen la oportunidad de acceder a un sistema de almacenamiento físico, de foma remota, a través de la Red de redes.

Agrega que cuando una persona hace uso de discos portátiles u otros medio similares, corre el riesgo de extraviarlos, situación que se evita con las nubes personales.

Para Ricardo Navarrete, director de Western Digital en Méxic, son dos las principales diferencias entre la nube personal y las aplicaciones como Dropbox, Google Drive, SugarSync y Box.

“Mientras que en la primera el usuario es el dueño de su espacio y siempre sabe donde esta su infomación, en las otras no sabe dónde se guarda esta”.

La segunda diferencia tiene que ver con el espacio que está habilitado para conservar los archivos.

“En una nube privada puede tener disponibles, de acuerdo a sus necesidades, 2, 4, 8 o 16 TB. En aplicaciones basadas en la nube debe pagar al mes, generalmente, si quiere más de 5GB de almacenamiento”.

E n 1 GB, el cnsumidor cuenta con la opción de guardar alrededor de 200 canciones en formato MP3, y 1 TB equivale a 1024 GB, espacio suficiente para meter unas 250 mil pistas, por mencionar un ejemplo.

Tecnología asequible

“Cuando la tecnología se vuelve accesible, lo único que se necesita es comunicar los beneficios de la misma para que no sea una tendencia, sino una realidad “, responde Navarrete, de Western Digital, cuando se le pregunta si la nube personal es económicamente alcanzable para cualquier tipo de consumidor.

Los cosos iniciales dependen de la cantidad de almacenamiento que demande el usuario; los equipos de entrada de diversas marcas, que vienen con 1TB, empiezan aproximadamente en los 250 dólares (poco más de 3 mil pesos).

Las instalaciones de los mismos es sencilla, de hecho se incluyen tutoriales, paso a paso, para que el cliente no encuentre ninguna complicación.

En promedio, la vida útil de una nube personal es de siete años, refiere Gallont, de Iomega: después de ese tiempo, se recomienda cambiar el dispositivo de almacenamiento de red por otro.

Asegura que por todas las bondades de esta tecnología, y por su bajo costo, se espera un crecimiento del 20 por ciento para este 2013.

“Estamos ofreciendo un nivel de acceso a la información que anteriormente no tenían las pequeñas organizaciones ni los usuarios finales”, concluye el representante de la compañía de soluciones de almacenamiento.

Control total

Al contar con una nube personal, las personas tienen la posibilidad de compartir si información en distintos niveles: pueden generar direcciones URL públicas o privadas para que otros usuarios de Internet accedan a ciertos archivos o crear carpetas compartidas.

De este modo, siempre tienen el control de su equipo de almacenamiento de red, pero ¿existe la posibilidad de que algún “intruso” entre sin su permiso?

Gallont, de Iomega, asevera que es difícil que se dé esa situación: 2El software de encriptación que incluyen este tipo de dispositivo hace muy complicado que alguien pueda acceder a los datos sin consentimiento del usuario”.

En caso de una falla eléctrica-los equipos deben estar conectados las 24 horas-, los clientes también cuentan con la opción de volver a poner en funcionamiento su nube, cuando las condiciones lo permitan, de forma remota, precisa Gallont.

“Uno de los retos más grandes, en todo caso, es tratar de educar al usuario para que siempre esté generando archivos de respaldo”, observa Navarrete, de Western Digital. “Los sistemas son falibles en alguna medida, así que el realizar respaldos, que ahora se pueden llevas a cabo de forma automática, lo es todo”.

Así, una nube personal no sustituye esta práctica, más bien representa una alternativa para que un consumidor ingrese a sus datos sin importar el dispositivo o lugar.

Mario Reyes, vocero de Symantec, compañía de seguridad en la web, recomienda de seguridad en la web, recomienda, de cualquier manera, conocer los protocolos, los usos y las condiciones de cualquier sistema basado en la nube.

“Los sistemas son falibles en alguna medida, así que el realizar respaldos, que ahora se pueden llevar a cabo de forma automática, lo es todo”.
Ricardo Navarrete
Director de Western
Digital en México

“El software de encriptación que incluyen nuestros equipos hace muy complicado que alguien pueda acceder a los datos sin consentimiento del usuario”.
Juan Antonio Gallont
Vocero de Iomega

Algunos modelos disponibles

*1, Iomega EZ Media & Backup Center Con capacidades que van desde 1 hasta 3 TB de almacenamiento, el usuario puede compartir y acceder a documentos, fotografías, vidéos y música desde múltiples dispositivos. Se conecta a la arquitectura Iomega Personal Could para ampliar las opciones de seguridad.

Dónde: go.iomega.com
Precio aproximado: desde 3 mil pesos

*2, My Book Live de Western Digital Si algo destaca de este centro de almacenamiento es su fácil configuración. Ya sea que el usuario escoja un equipo de 1, 2 o 3 TB, en menos de los que imagina, lo estará usando al 100 por ciento. Es compatible con la tecnología DLNA, lo que permite ver contenidos de forma inalámbrica, por ejemplo, en la pantalla del hogar. Las aplicaciones disponibles para dispositivos móviles facilitan compartir contenido de forma remota.

Dónde: www.wdc.com
Precio aproximado: desde mil 700 pesos

*4, DNS-320L de D-Link Disponible en configuraciones de 1 y 2 TB, esta unidad sobresale por sus múltiples opciones para compartir archivos de todo tipo, ya sea en el hogar utilizando la tecnología DLNA o desde cualquier parte del mundo a través de la Red de redes. La marca ha diseñado aplicaciones especiales (Android y iOS) para acceder al contenido desde los dispositivos móviles.

Dónde: www.dlink.es
Precio aproximado: desde mil 500 pesos

*5, LaCie CloudBox Especialmente hecho para compartir contenidos con la familia y los amigos, está disponible en 1, 2 y 3 TB. Facilita el envío de enlaces seguros de descarga o carpetas, así como la realización de copias de seguridad para no perer ningún archivo importante. Destaca poque es fácil de instalar y por su diseño lineal y moderno.

Dónde: www.lacie.com
Precio aproximado: desde 2 mil 600 pesos

*6, LinkStation Live LS-XL de Buffalo Solución sencilla para almacenar, compartir y transmitir datos de manera continua. Está disponible en 1, 2 y 3 TB, y es compatible con DLNA, lo que permite transmitir contenidos directamente a cualquier reproductor de medios con la misma tecnología. Facilita realizar copias de seguridad de hasta cinco PCs. La aplicación WebAccess, para administrar datos desde el teléfono, está disponible para iOS y Android.

Dónde: www.buffalo-technology.com
Precio aproximado: desde mil 300 pesos

En contexto

 

*De acuerdo con Garther, empresa investigadora del mundo de las tecnologías de la información, en 2014, la nube personal sustituirá a la PC como centro de la vida digital de los individuos y se convertirá en el eje que conectará a todos los equipos que utilicen.

FUENTE: El UNIVERSAL
FECHA: 4 de Febrero del 2013

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Miércoles, 23 Mayo 2012 21:18

Preocupa clausula de Google Drive

>Autores de obres temen que archivos almacenados sean propiedad de Google 
 
El director general de Google, Larry Page, escribió recientemente que esperaba que la compañía es “digna de un gran amor”.
Sin embargo, la empresa líder de búsquedas en internet puede necesitar más confianza, según se deprende de las sospechas que giran entorno a sus servicios, entre ellos Google Drive, un nuevo servicio de almacenamiento  en línea de documentos personales, fotos y toros contenidos.
 
A pocas horas del debut de Google Drive el martes pasado, blogs de tecnología y usuarios de Twitter se abalanzaron sobre una clausula legal en los “Términos de Servicio” que podría interpretarse en el sentido de que cualquier contenido almacenado en Google Drive se convierte automáticamente en propiedad intelectual de Google.
 
La confusión se concentro en un enunciado según el cual cualquier persona que suba o envié contenido a Google Drive concede a Google “una licencia mundial para utilizar, alojar,  almacenar, reproducir, modificar o crear trabajos derivados (tales como aquellos resultantes de traducciones, adaptaciones u otros cambios que hagamos para que su contenido funcione mejor para nuestros Servicios), comunicar, publicar, ejecutar públicamente, exhibir públicamente y distribuir dicho contenido”.
 
A medida que esas palabras circulaban en internet, los temores de Google Drive menoscabara los derechos de propiedad intelectual aumentaron. Algunos interpretaron la jerga legal en el sentido de que si un autor guarda una novela a través del servicio, Google de repente posee la obra y puede hacer lo que quiera con ella.
 
La política del nuevo servicio fue suficientemente preocupante como para que The New York Times, el tercer periódico más grande de Estados Unidos, enviara una nota para desalentar a los cerca de mil empleados  de la salo de redacción  al momento de almacenar archivos en Google Drive, hasta que se comprenda mejor las cuestiones de propiedad intelectual y como funciona el servicio.    
 
Resulta que las preocupaciones  probablemente son infundadas.
 
Google aclara que la frase es en realidad loa jerga legal habitual que otorga a la empresa los derechos de licencia que necesita para cumplir con los servicios que solicitan los usuarios.
 
La forma en que Google guarda los documentos en sus centros de datos requiere que la empresa obtenga una licencia “alojar, almacenar (y) reproducir” los archivos.
 
Si, por ejemplo, un guionista en China usa los servicios de Google para colaborar con un guion cinematográfico escrito en mandarín con un  editor de guiones en Hollywood que solo sabe leer en ingles, Google necesita los derechos para “traducciones”, adaptaciones u otros cambios”, a fin de permitir que los dos escritores trabajen en el documento en dos diferentes idiomas y hagan las revisiones correspondientes.
 
Incluso hechos cotidianos, tales como que alguien  vea un video o suba un archivo de texto en un café internet, requiere que Google conserve el permiso para “ejecutarlo públicamente” o “exhibir públicamente” dicho contenido.
Eso no significa que Google tomara la obra de un guionista y producirá una película con ella, dijo la compañía.
 
 
 
 
Fuente: Reforma
Fecha: Lunes 30 de abril del 2012     
 
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