Las reglas colocarían la internet en el mismo entorno normativo que el teléfono, proscribiendo prácticas comerciales “injustas o irrazonables” de los proveedores. Se trata del cambio regulatorio más importante en casi dos décadas y el objetivo es evitar que los proveedores vuelvan lento o bloqueen el tráfico de internet o creen vías rápidas de pago en la red, dijo Tom Wheeler, presidente de la comisión (FCC, por sus siglas en inglés).
Se espera que la votación 3-2 desate una ola de demandas por parte de la industria que podrían tardar años en resolverse. Aun así, defensores de los consumidores celebraron las nuevas regulaciones y las consideran una victoria para las empresas pequeñas que temen pagar cuotas por mover el contenido que tienen en la red.
La neutralidad en la red significa que los portales y los videos se carguen a la misma velocidad. Esto significa que los usuarios ya no estarán más inclinados a ver un programa en particular en Amazon Prime en lugar de Netflix porque Amazon tiene un acuerdo con el proveedor de internet para cargar los datos más rápido.
Opositores, que incluyen a muchos congresistas republicanos, dicen que el plan de la FCC es una intrusión excesiva del gobierno que eventualmente podría elevar el costo a los consumidores y desalentar la inversión del sector.
Los comisionados republicanos en la FCC, Mike O’Rielly y Ajit Pai, quienes votaron contra el plan, acusan al gobierno de Barack Obama de usar injustamente su influencia para sacar adelante las regulaciones y consideran el plan “medio cocinado, ilógico, indefensible e internamente inconsistente”.
El republicano Michael Powell, ex jefe de la comisión y ahora presidente de la Asociación Nacional de Cable y Telecomunicaciones, advirtió que los consumidores de inmediato “sentirán la carga de los nuevos impuestos y alza en los costos, y posiblemente tengan que esperar más tiempo para tener redes más veloces e innovadoras dado que la inversión se volverá lenta por la supervisión de la burocracia”.
Legisladores federales republicanos dijeron que promoverán proyectos de ley contra esas normas, aunque es poco probable que el presidente Obama firme un proyecto de ley así.
“De un modo u otro, estoy comprometido a promover una solución legislativa, preferiblemente bipartidista, para impedir normas telefónicas de la era monopólica que perjudican a los consumidores de internet y la innovación”, dijo el senador republicano John Thune, presidente de la Comisión de Comercio del Senado, en una declaración a principios de semana.
Durante años, los proveedores accedieron a no escoger ganadores y perdedores en el tráfico en la red debido a que no querían motivar a los reguladores a intervenir y porque decían que los consumidores lo exigían. Pero esa actitud empezó a cambiar alrededor del 2005, cuando YouTube apareció y Netflix se popularizó. El video a pedido se generalizó y empezaron a surgir evidencias de que algunos proveedores estaban manipulando el tráfico sin informar a los consumidores.
En 2010 la comisión impuso las reglas de internet abierta, pero ahora tratará de eliminar una ambigüedad legal de no clasificar más internet como “servicio de información” sino “servicio de telecomunicaciones”, sujeto a la Ley de Comunicaciones de 1934. Eso ampliará notablemente el poder de las autoridades normativas sobre la industria al exigir a los proveedores actuar en interés del público y contar con la autoridad para imponer multas a las firmas que apliquen prácticas comerciales “irrazonables”.
La comisión dijo que no aplicará algunas disposiciones de la ley antedicha, como controles de precios. Pero la ley permite al gobierno investigar si los consumidores se quejan de costos que consideren injustos.