Movilidad, alta disponibilidad de la información y transformación de la currícula hacia una visión tecnológica son los principales retos de las universidades públicas en México. Adopción de nuevos modelos como virtualización y servicios administrados, las posibles soluciones.
El director de Sistemas y Servicios Institucionales de la Dirección General de Cómputo y Tecnología de Información y Comunicación en la UNAM, Fabián Romo, reveló que uno de los principales problemas a los que se enfrenta la máxima casa de estudios en México es la movilidad, al contar con tan solo 1,092 access point para cubrir las necesidades de 356,000 alumnos, aproximadamente.
“Mucha de la presión que se está ejerciendo en las instituciones de nivel superior es la necesidad de que los estudiantes estén conectados de la mejor manera posible por lo que las áreas de IT deben trabajar para lograr un flujo constante de información analógico-digital, mejorar las capacidades de las redes pero también, la conectividad a internet por el costo que esto implica”.
Tecnología en territorio Puma
Explicó que el concepto de cómputo al que estaban acostumbradas las instituciones tiene que evolucionar ya que la forma en que los estudiantes consumen la tecnología y los volúmenes de información también ha cambiado.
“Hoy, la UNAM cuenta con un grupo de científicos trabajando en el tema de big data, ya que los grandes volúmenes de datos deben analizarse junto con el comportamiento social de los estudiantes para definir servicios educativos”.
Asimismo, compartió que la institución posee un centro de datos de dos tetabytes, cuyo principal función es la virtualización de escritorios y servidores; estrategia que continuará para los próximos años.
Compartió que hace dos años que la Universidad Nacional empezó a utilizar servicios administrados de cómputo pues anteriormente el hardware se compraba “Hoy tenemos una importante infraestructura basada en servicios administrados”.
Asimismo, adoptaron modelos más flexibles como licenciamientos y suscripciones.
“Nuestro objetivo es educar e investigar, no poner una etiqueta de patrimonio a una computadora que será obsoleta en pocos años”, agregó.
Reconoció que existen dos opciones para incorporar la tecnología: utilizar un modelo tradicional de adquisiciones o dar un salto cuántico y verla desde otro ángulo; ejemplo de ello, los clientes ligeros.
En este sentido, manifestó que los principales retos tecnológicos para la educación a nivel superior en México giran en torno a la movilidad de los estudiantes, la alta disponibilidad de información y la transformación de la currícula.
“No sabemos cómo será la educación: si será en línea o continuará siendo presencial pero lo que sí sabemos es que se debe implementar tecnología. Sin embargo, esto trae consigo un par de retos, pues por una parte puede ocasionar distracción para los alumnos, al tiempo que existirá incomprensión sobre la importancia de su uso, por parte de algunos docentes”.
A este respecto, ahondó en que el compromiso de las áreas de IT será aterrizar la información al lenguaje de los docentes. “Sin lugar a dudas, tiene que existir una revolución pedagógica, así como incrementar la seguridad y confiabilidad de las plataformas”.