“Muchas veces hemos tenido que rellenar esos pequeños y fastidiosos cuadritos con letras distorsionadas, para demostrar que no somos máquinas”, escribió en un artículo Silvina Moschini, CEO de la agencia internacional de marketing interactivo INTUIC, The Social Media Agency.
Este sistema conocido como Captcha, añadió la experta en social media, fue creado con el fin de acabar con los programas automatizados para generar spam.
“Una de las versiones más populares de ReCaptcha, que solicita a los navegantes que identifiquen dos palabras antes de registrarse en una página, modificar su usuario o realizar una descarga. Se calcula que en un día se completan 200 millones en todo el mundo. Teniendo en cuenta que resolver cada uno lleva aproximadamente 10 segundos, se pierden hasta 150 mil horas completando esta operación” expresó.
Pero, acotó, como no podía ser de otra forma, alguien pensó como convertir ese tiempo perdido en algo útil. Este es el caso de Luis von Ahn, uno de los responsables y la creación de los Captcha y, ahora, de los ReCaptcha.
“Entre los objetivos de gigantes de Internet como Google y Amazon, se encuentra el desafío de conseguir la digitalización de todos los libros y documentos creados a través de la red virtual. Esto implica el escaneo de los documentos y el procesamiento de cada página para identificar su contenido”.
“La cuestión radica en que las máquinas no siempre son capaces de interpretar todas las palabras, sobre todo cuando se trata de libros muy antiguos que están dañados por el paso del tiempo. Estos términos solo pueden ser identificados correctamente por un ser humano. Es aquí donde entra en juego la participación de lo usuarios”, sentenció.
Colaboración global
Moschini destacó que del concepto inglés “Crowdsoursing” (traducido sería algo como la fuente es la multitud” o 2 la fuente es la masa”) ha sido retomado para plantear la posibilidad de aplicarlo a la colaboración de internautas distribuidos alrededor de todo el mundo.
Así, se busca utilizar e tiempo que cada navegante invierte para resolver un Captcha y, con ello, ayudar a la digitalización de libros.
¿De qué forma? “La herramienta le presenta a los usuarios dos palabras, una que reconoce y otra que no, De esta manera, si el navegante ingresa correctamente la palabra que el sistema ya logró identificar, se pasa a un a segunda etapa en la cual el usuario debe reconocer el término que la herramienta aún no ha descifrado. Así la comunicación online trabaja en la digitalización de textos sin siquiera habérselo propuesto. Internet da nacimiento a nuevas formas de trabajo conjunto colaborativo, para mejorar cada vez más nuestra calidad de vida”.
Y vaticinó que el próximo paso “es revolucionar el concepto de la traducción. ¿Cómo? Mediante Duolingo, un sistema que permite a los usuarios aprender o practicar un idioma de manera gratuita, al mismo tiempo que ayudarán en la traducción de textos de otras lenguas”.
Fuente: El Universal
Fecha: Lunes 30 de abril del 2012