Tras la tragedia ocurrida en Japón, los nuevos medios sociales una vez más cumplieron útiles funciones informativas, pero también de vinculación y enlace entre millones de damnificados y sus familiares.
Dadas las interrupciones en los servicios de telefonía, millones de Japoneses recurrieron a las principales redes sociales del mundo y a las comunidades Mixi y GREE, muy populares en el país oriental, para emprender la búsqueda de familiares y amigos.
Facebook no es la red social más popular en el país, tiene menos de un millón de usuarios. La IWS estimó la penetración de esta comunidad en 0.6 por ciento.
El sábado 12 de marzo dio a conocer la fuga radioactiva en la planta nuclear en Fukushima, la cual es operada por Tokyo Electric Power (TEPCO). Tal noticia y la inmediata evaluación ubicada en un radio de tres kilómetros alrededor de la central nuclear, a 240 kilómetros al norte de Tokio-en cuya área metropolitana se estima una población de 35 millones de habitantes-, detonaron lógicas reacciones pánico en redes y blogs.
Mi generación tiene muy presente las imágenes que en nuestra memoria dejó el terremoto registrado el 19 de septiembre de 1985, a las 7:19, tiempo del Centro (13:19 UTC), cuya duración fue estimada en poco más de 2 minutos, con una magnitud de 8.1 MW. Esta traumática experiencia nos volvió sensibles a los dolorosos estragos de los terremotos que ahora se registran con frecuencia en cualquier punto de nuestro planeta.
En el libro Entrada Libre. Carlos Monsiváis dio cuenta cómo la sociedad civil asumió un rol protagónico en las complejas operaciones de rescate: "Abunda un heroísmo nunca antes tan masivo y tan genuino".
Importante, a miles de kilómetros de distancia, advierto a través de Facebook, YouTube, Blogs..., cómo las dramáticas escenas que en el citado libro refirió nuestro extraordinario cronista, se sucede una a una Japón.
El Universal-Tech Bit
Lunes 21 de Marzo del 2011