La prohibición incluye dispositivos que permitan el procesamiento de imagen y sonido, y la operación de cámaras de seguridad en los centros durante el horario escolar, aunque se permite su uso para vigilancia cuando las instalaciones estén cerradas.
Los alumnos podrán hacer uso del equipamiento electrónico disponible en las escuelas pero sólo bajo la supervisión de un maestro y con fines didácticos y, según el comunicado emitido por el ministerio, nunca podrán llevar consigo a los colegios sus propios teléfonos, tablets u otros dispositivos similares.
Esta prohibición también se aplica a los profesores, que serán los únicos que podrán llevar sus teléfonos privados dentro de las escuelas, aunque sólo podrán utilizarlos ‘con propósitos educativos’ y de acuerdo a las normas de protección de datos.
El uso de cámaras fotográficas también está prohibido y se recomienda que no aparezcan imágenes de alumnos en las páginas web de los centros educativos.
El texto prohíbe también la publicación de fotografías o v’deos donde aparezcan estudiantes en las escuelas, a menos que exista un consentimiento expreso de los padres o tutores de los alumnos para tal fin.
El comunicado no especifica las posibles multas o castigos ni la forma en que se implementará esta prohibición.