2. Malversación
Esto ocurre cuando un maestro se niega a proporcionar información o orientación que podría haber evitado lesiones corporales a un estudiante. Por ejemplo, un profesor de ciencias no enseña a los estudiantes las medidas de seguridad apropiadas y las pautas para un experimento, y un estudiante posteriormente derrama sustancias químicas en su piel, resultando en una quemadura de segundo grado. Para protegerse contra las malas prácticas, los maestros deben proporcionar instrucciones explícitas y claras que los estudiantes entiendan. La seguridad de los estudiantes en el salón de clases recae en el maestro.
3. Incumplimiento
Esto ocurre cuando un maestro no cumple adecuadamente con sus deberes de supervisión, y como resultado un estudiante es herido. Por ejemplo, un maestro sale del aula para dejar algo en la oficina, y dos estudiantes se pelean en el ínterin. El maestro es culpable de incumplimiento porque es el deber del maestro nunca dejar a los estudiantes sin supervisión bajo ninguna circunstancia.
Revise su rutina diaria de enseñanza. ¿Está usted en riesgo de cometer potencialmente uno de estos tres actos demasiado comunes? Usted puede ser capaz de deslizarse por algunas veces, pero es ética pobre y legalmente arriesgado contar con hacerlo siempre. Usted quiere ser el mejor profesor que puede ser - y eso significa estar preparado para asumir la responsabilidad de todas sus acciones, no importa qué. Asegúrese de que su comportamiento de enseñanza es uno que usted estaría orgulloso de levantarse y defender.