Fomente el contacto visual. Hay una conexión mente-cuerpo asociada con la empatía. Nos ayuda a sentirnos valorados cuando la persona con la que estamos hablando hace contacto visual con nosotros. Recuérdele a los estudiantes que hagan contacto visual entre sí al comunicarse.
Hacer una cara. A los estudiantes más jóvenes se les muestra a veces imágenes de rostros y se les pide que lean qué emoción se está expresando. Pida a los estudiantes que reflejen la emoción haciendo que la cara exprese esa sensación particular.
Observa la postura. Pida a los estudiantes que noten si su amigo está caído en su silla o mirando hacia abajo. ¿O están sentados en posición vertical y mirando astilladora? Estas indicaciones pueden ayudar a los estudiantes a ver más allá de las palabras que la persona está diciendo.
Denomina esa emoción. Puede parecer obvio, pero incluso el acto de nombrar la emoción que estás viendo puede ayudarte a comprenderla mejor. ¿Es esa persona feliz, irritada o confundida?
Reconocer el tono de voz. Al igual que la expresión en nuestros rostros, el tono de voz puede traicionar mucho más sobre nuestros sentimientos de lo que pretendemos. Piense en el número de veces que su exasperado tono de voz ha traicionado sin querer su irritación con su cónyuge o hijo. La buena noticia es que el tono de voz puede ser practicado. Demostrar lo que suena cuando estás siendo poco sincero o condescendiente. Ahora haga que los estudiantes practiquen lo que suena cuando están siendo genuinos y complementarios. Hay sutiles diferencias de tono que pueden ayudarnos a entendernos.
Escuche para entender. La mayoría de la gente escucha con la intención de responder, pero anima a sus estudiantes a escuchar con la intención de entender. Prestar atención a las pistas sutiles de la expresión facial, notar la postura de una persona y escuchar el tono de la voz ayudará a sus estudiantes realmente escuchar lo que la persona está tratando de expresar.
Responda con empatía. Una respuesta empática muestra que usted se preocupa por la otra persona. Esta es una habilidad que es difícil para los adultos, también. Evite dar consejos, subir, analizar o corregir a la persona. A veces, la única respuesta que se necesita es dejar que el orador sepa que han sido escuchados.
Aunque muchas de estas marcas de empatía se han convertido en una segunda naturaleza para nosotros como adultos, los niños todavía están aprendiendo. Riess señala que si hay respeto mutuo en el aula y los sentimientos de todos son importantes, habrá menos intimidación. Además de la prevención de la intimidación, hay muchos beneficios para ayudar a los estudiantes a ser más empáticos, incluyendo la construcción de una cultura de clase positiva y la preparación de los estudiantes para convertirse en líderes.
"Todos nos estamos beneficiando de la tecnología. Es sólo cuando toma el lugar de cualquier tipo de intercambio más íntimo que empezamos a perder mucha información ", dice Riess. "Tener la gente abrir su auto-conciencia a la conciencia de la emoción de otras personas es la clave para tener una mejor comunicación y un mejor aprendizaje."
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